TODOS SOMOS ARGENTINA
En estos últimos días
reflexioné sobre la política en mi país (Argentina) y las situaciones sociales
que se viven no sólo aquí sino en muchos lugares en el mundo.
Hoy hablando con un
comerciante surgió el tema de la política que separa, que divide, que excluye…
Y siempre vuelvo al mismo punto, a una frase que dice: “sé el cambio que deseas
para el mundo”, es decir, no busques cambiar a nadie, cambia vos. Porque cuando
cambias o te transformas desde una actitud honesta y auténtica, entonces habrás
afectado en bien al entorno y más allá.
En definitiva, lo que
percibimos afuera es un claro reflejo
de lo que hay dentro nuestro. Por lo tanto, siguiendo con lo antedicho es que
pienso en la creencia de unidad, la Gran Red que somos, unidos por hilos
invisibles más allá de la sangre.
Entonces, toda actitud
de repudio, de rechazo, de crítica destructiva hacia los demás es un atentado
hacia nosotros mismos. Atenta sobre este sentido de unidad. El rechazo, la
critica y demás es una acción de exclusión. Y la exclusión es lo opuesto a la
unidad.
Cito
sus palabras que, si bien se refieren a Venezuela se aplica de la misa forma
para nuestra Argentina…
Venezuela somos TODOS: Al que amas y al que odias. Venezuela es su gente: tú, yo, al que le toca ser gobierno y el que está en la oposición. Venezuela es la persona que trata de encontrar un aprendizaje en lo que estamos viviendo día a día, es el que se ha ido del país, el que se queja, el que se aprovecha de la situación y el que la sufre. Venezuela son los presos, los enfermos, los excluidos, los que luchan, los que trabajan, los niños, los jóvenes, los ancianos, los hombres y las mujeres que han nacido aquí y aún permanecen y los que ya no están, los que viven en otros países, son Venezuela. Los homosexuales, los heterosexuales, los bisexuales, los que arrastran su sufrimiento detrás de una adicción. Los que estudian y los que han dejado sus estudios. Los que han sido abandonados y olvidados por sus padres y/o sus madres, por sus familias, por los gobiernos, por su patria, por ellos mismos y por nosotros. Venezuela es un sagrado y hermoso lugar de un vientre al que llamamos Tierra. ¿Y si estamos en proceso de gestación? ¿Y si todavía no hemos nacido? Y si aún nos hace falta darle un lugar en el corazón a aquél que está a nuestro lado, sea hermano, pareja, hijo/hija, vecino, compañero de trabajo... y que no lo hemos podido incluir porque está haciendo algo que yo considero no es correcto? ¿Y si cada día nos vamos acercando al momento del parto? ¿Y si es justamente aquello que rechazamos de estas personas, la energía que necesitamos para transformarnos?
Frase sanadora: En mi corazón y en mi país sólo vive El Todo. Hoy
comprendo que la Verdadera Unión vive en mi cuando incluyo, respeto y asiento
todo como ha sido en mí y en mi patria.
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