Respuestas Biológicas y Sanación Emocional

La enfermedad o bloqueo físico viene de un bloqueo emocional, el cual a su vez es generado por un pensamiento, creencia, actitud o emoción basada en el miedo, la rabia y la tristeza. Siendo así, un bloqueo se manifiesta primero en el plano emocional; si continuamos alimentándolo con creencias limitantes y emociones negativas a lo largo del tiempo, pasa al plano energético y posteriormente al físico, hasta convertirse en una enfermedad. De esta forma, la sanación empieza por enfrentar esos miedos, rabia y tristeza, y cambiar las creencias limitantes. En conclusión, un dolor o una enfermedad es un llamado a revisar nuestra conciencia para liberar emociones negativas y cambiar creencias.

Nuestro cerebro, disparador de todas las enfermedades, trabaja con una lógica de consumo energético perfecta. Para él sólo existe la realidad de las emociones. El cerebro no soporta el sobreestrés y es por eso que activa un mecanismo de regulación inmediato. Nos podemos enfermar por un estrés físico que conlleva una emoción, por ejemplo, tener mucho hambre y no poder comer. Supongamos que realizo una actividad que no estoy acostumbrado, como correr 10 kilómetros. Esto conlleva una emoción que activa un programa automatizado del cerebro para bajar el estrés físico que me provoca, como sobreagitación con lengua afuera. Se presenta primero el síntoma de alerta de supervivencia cuando estoy corriendo, luego la ‘enfermedad’ que puede venir con una parálisis muscular total del cuerpo, con dolores y fiebre ni bien ceso la actividad. La lógica del cerebro es ‘A recuperar energía vital’ y para eso necesita la enfermedad que se traduce en dolores, sumo cansancio, fatiga, aplastamiento, estado febril y descompostura. Son signos, según leyes biológicas, de recuperación del aliento y autocuración. La enfermedad es el esfuerzo que hace la madre natura para curar a una persona. Cuando exponemos a nuestro cuerpo físico a niveles de estrés que superan el límite de la capacidad de la consciencia corporal, mental y emocional, el estrés se vuelve biológico. El cerebro funciona como una caja de fusibles, si hay una sobrecarga energética se activa un disyuntor para que no se queme la instalación eléctrica.
A esto se le llama Respuesta Biológica Perfecta, porque es la forma que nuestro cuerpo encuentra para soportar o contener esta sobrecarga psíquica-emocional-energética...

 ¿Somos nosotros los que creamos nuestras enfermedades?

- Si. Somos los creadores y coacreedores de nuestras enfermedades y las de los demás. Colaboramos incluso con la realidad del otro en su creencia sobre la enfermedad. No exploramos coherentemente el mundo emocional, obligando a nuestro inconsciente a provocar acontecimientos repetitivos y bien precisos, animando a las emociones.

El ser humano no puede vivir sin emociones. Para nuestro cerebro, disparador de todas las enfermedades, sólo existe la realidad de las emociones y el resto de todo lo que nos rodea es pura apariencia, pura ilusión de la mente. Este piso mental racional del intelecto está únicamente al servicio de nuestra supervivencia y no posee una identidad propia y no tiene otra función que la de servir, hasta tanto la madre naturaleza nos dé una chance. La palabra lo dice: súper-vivencia, que significa ‘superar una vivencia’ y la emoción consciente es el vehículo hacia esa superación.